Nota: la exposición «Homenaje a Hundertwasser» solo estará una semana en Barcelona, del 1 al 7 de junio de 2017. Toda la información de la muestra al final artículo.
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«La línea recta es atea» Hundertwasser (aunque la frase podría ser de Gaudí).
“Para hacer las cosas bien es necesario primero el Amor, después la técnica” Gaudí (aunque la frase podría ser de Hundertwasser).
Hundertwasser no fue discípulo de Gaudí porque llegó a la arquitectura por casualidad/necesidad vital. El genio vienés fue un artista total y aunque no podía afrontar las dificultades técnicas que resolvió Gaudí, en cambio aportó a la arquitectura el color propio de la paleta de un pintor.
Porque es ésta, la de pintor, su faceta original y la que hoy nos interesa. Como tal su obra escasea en los grandes museos porque jamás se presentó a bienales, concursos o salones, ni pintó monumentales formatos para pasar a la historia. Eligió un camino de nómada, en que cambiaba de país y nombre propio según su momento artístico, siempre por carreteras secundarias, viviendo de la venta de pequeñas pinturas.
Gran admirador del modernismo vienés, el «Jugendstil«, en especial de Klimt y Schiele, quedó cautivado por las teorías del color de Paul Klee. Con esta base y una creatividad desbordante creó su propio estilo de acción artística con una fuerza descomunal. El Arte como medio de transformación y apertura de conciencia, inconfundible en sus espirales, los vibrantes colores y las formas orgánicas.
La espiral tenía para Hundertwasser un simbolismo de vida y muerte: en el centro está el “ser” de cada persona, que a lo largo de la vida va creando una trayectoria solenoide que determina su relación con el universo (fue una intuición: el ADN y su forma de espiral aún no había salido de un cerrado grupo científico).
Sus composiciones parten de las estructuras decorativistas de la Secesión Vienesa y los paisajes de Schiele, a los que añadió una necesidad vital acorde con su ecologismo: las formas orgánicas, inspiradas en la Naturaleza, donde una vez más encontramos un nexo de unión (consciente o no) con Gaudí.
Su sintaxis del color, como hemos comentado, arrancó en las teorías de Klee y la Bauhaus pero necesitaba un lenguaje mucho más fuerte acorde con su personalidad y lo encontró en el expresionismo centroeuropeo. Sus vibrantes colores le definen: “un mundo de colores es siempre sinónimo de paraíso» escribió. Hundertwasser creaba sus propios colores, a modo de alquimista, en una fusión de arte y vida, y los aplicaba en capas muy finas para intensificarlos y conseguir más profundidad.
¿Quién podría ser capaz de recuperar y actualizar esos colores que vibran por sí solos?
El Dr. Wille, que ya colaboraba con las Fundaciones de Monet, Mucha y Klimt, se impuso el reto de trasladarlos a la alta joyería. Solo su «fórmula secreta» de esmaltado a fuego podía reproducir nítidamente las formas, colores y sobretodo la luz interior de Hundertwasser. Y si ya había experimentado en una primera colección inspirada en su arquitectura, ahora lanza la serie definitiva sobre su pintura.
La propuesta expone las joyas de FREYWILLE junto al facsímil de la pintura de Hundertwasser en que están inspiradas, una comparación que nadie más hubiera resistido.
«El arquitecto del futuro se basará en la imitación de la naturaleza, porque es la forma más racional, duradera y económica de todos los métodos» (Gaudí, aunque la frase podría ser de Hundertwasser).
«Un buen cuadro está lleno de magia. Te hace sentir feliz, hace reír, o llorar, pone las cosas en marcha. Debe ser como una flor, como un árbol. Debe ser como la naturaleza. Es algo que se añora cuando no está” Hundertwasser, aunque -efectivamente- la frase podría ser de Gaudí… o del Dr. Wille.
Serie: «10.002 Noches. Homo Humus, Come Va?»
Hundertwasser: “La forma de cebolla me sugiere riqueza, felicidad, abundancia, opulencia y fertilidad (…) Tengo mucho apego a las cúpulas con forma de cebolla (…) las pongo en mis cuadros para indicar la promesa de una buena tierra, la tierra prometida, el paraíso”. «La obra de un artista debe actuar en todos los ámbitos de la vida, ya sea en la moda o los utensilios de la vida cotidiana«.
«Irinaland sobre los balcanes», pintado en 1969 en Roma (colección del Kunst Haus Wien de Viena) Hundertwasser creó esta pintura con 31 colores diferentes de tinta sobre una pantalla de seda. La espiral en la parte inferior conforma el universo de toda la composición: «Quería pintar un cuadro que pareciera disolverse«.
Hundertwasser retrata a la actriz búlgara Irina Maleeva con quien tenía una apasionada relación «pasé por verdaderas aventuras de Casanova, incluso escondido bajo la cama durante horas, o escapando por la ventana en pijama, donde la florista cercana simpatizaba completamente con mi situación y me daba comida y alojamiento sin pedir nada a cambio».
«Street Rivers» de 1987. «Necesitamos barreras de belleza con urgencia (…) también hay belleza en el caos, sobretodo si tiene colores armoniosos» Hundertwasser.
«Espiral de la vida», la clave de bóveda de toda su obra, siempre en busca de la reconciliación del humano con la naturaleza. Acercó su pintura a la abstracción sin obviar el simbolismo.
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Datos de la exposición:
Del 1 al 7 de junio de 2017.
Entrada Libre para tod@s l@s amig@s de Galerias de Arte Barcelona.
En FREYWILLE Barcelona: Pg. de Gràcia, 106 frente al Palau Robert.
Horario: de Lunes a Sábado de 11:00h a 20:00h.
«Necesitamos barreras de belleza con urgencia» 🙂
