El Viaje a Viena, una transformación

Frescos de Klimt y Matsch

No ha sido un viaje de Arte, como esta no es una página de Arte, sino de descubrir con nuevos ojos.

Hemos vuelto de un viaje iniciático, de autoconocimiento y transformación, de reencuentro con la generosidad, con el humanismo en su más amplio sentido… con la felicidad. No era un viaje de diversión pero hacía años que no reíamos tanto. Y ante algunas obras ó en algunos espacios estuvimos a punto de llorar. El abrazo final del Friso de Beethoven se inspira en los versos de Schiller «las artes nos llevan al reino de lo ideal, el único donde podemos encontrar pura alegría, pura felicidad, puro amor» y no hay mejor explicación para estos maravillosos cuatro días. El Arte, con toda su grandeza, no es un fin en sí mismo, sino un camino.

En mayo de 2020 repetiremos este soberbio viaje.

1.-El Belvedere posee la mayor colección de Klimt. Sus joyas son innumerables, pero cuando uno se planta ante «El Beso» el tiempo se detiene. El tratamiento del lienzo, las manchas de color que en la distancia componen una decoración única y la aplicación de pan de oro lo hacen imposible de reproducir en fotografía. 

2 y 3.- El Museo Leopold conserva la mayor colección de Egon Schiele. Estas dos piezas no forman un díptico, pero hay lazos mucho más fuertes que los físicos.

4.- El Museo de Historia del Arte de Viena aloja piezas de infinidad de Grandes Maestros de todas las épocas, como este autorretrato de Sofonisba Anguissola, la primera mujer aceptada como pintora, en el Renacimiento, por la machista comunidad del Arte.

5.- Salero de Benvenuto Cellini (1540) de oro, ébano y esmalte, representación del Cosmos con Neptuno y Tellus.  Colección Habsburgo, MHA.[divider]

Viena es una de las grandes damas de Europa, capital mundial del Arte a lo largo de siglos, pero la ciudad de intramuros tiene un tamaño humano y todo el casco histórico es peatonal. Esta escala asequible concentra la belleza y el Arte, que no se buscan sino que se respiran. Doblar cada esquina es un impacto visual, que se va acumulando en nuestro interior. Los edificios monumentales se suceden con callejuelas que son túneles del tiempo y con los extraordinarios parques -hasta ochenta-, cada uno con su perfume identificativo; uno no se guía por el plano sino por el aroma de sus flores. Una ciudad que no sería posible sin el amor de sus ciudadanos por su patrimonio cultural, por su impoluta limpieza y por sus tradiciones.

La ciudad de las cúpulas de cobre requiere calzado cómodo pero sobretodo disposición de espíritu para absorber todo lo que nos ofrece.

1 y 2.- El Hofburg es palacio imperial y entrada al casco histórico. La escultura es omnipresente en la ciudad

3.- Palas Atenea, diosa griega de la sabiduría y la justicia,  preside el Parlamento. Los artistas de la Secesión la tomaron como su símbolo.

4.- 80 parques inundan la ciudad con su aroma en esta época.

5.- La catedral de San Esteban se levanta, como tantas otras, sobre las ruinas de dos iglesias anteriores. Su tejado esmaltado es soberbio.

[divider]

El grupo estaba formado por 19 enemig@s de los grupos. Nos unía un hecho cierto: todos sin excepción los habíamos evitado siempre. No nos conocíamos y sin embargo se creó un nexo común invisible mucho más allá del Arte, de la ciudad y del momento. La tolerancia, la solidaridad, la comprensión fueron inseparables del sentido del humor. Así derrotamos a un permanente enemigo: una ola de calor abrasadora. Las anécdotas, incontables y de toda suerte, quedarán para siempre imborrables en el corazón. La más veterana, Nati de Binéfar, era la más ligera al andar. La más joven, Roser de Tarragona, la más observadora. Juana, de Alhama de Murcia, la más valiente. Un grupo extraordinario. Quiero creer que las maravillosas palabras de Sol en Facebook sean -al menos en parte- verdad: «en una página tan bien orientada donde fomentas el arte de una manera tan exquisita han de salir frutos también exquisitos».

1.- En el pabellón de la Secesión Vienesa se encuentra la sala con el Friso de Beethoven, de Klimt. Un espacio y una obra mágicos a los que dedicaremos un artículo completo

2.- Museo Leopold: Facsímil de las tres pinturas de Klimt -Filosofía, Medicina y Jurisprudencia- para decorar el techo de la Universidad de Viena, que causaron estrépito hasta ser retiradas. Después los nazis las destruyeron.

[divider]

Tan disparatado grupo tuvo un maestro de ceremonias excepcional,  fue un acierto elegir a viajes Kuoni; vuelos, hotel, cenas…  y los tempos. Con Joan Ramon Carol da gusto dejarse llevar. Resolvió todos los problemas y sobretodo supo engranar la premisa del viaje: la justa combinación de visitas programadas con la independencia de cada uno para hacer realidad sus expectativas personales. Las visitas de grupo, como Comunidad de Arte, permiten que al llegar a los principales Museos (Belvedere, Leopold, Historia del Arte y Albertina)  te estén esperando en vez de hacer cola. Permiten también enriquecerse con otras visiones (la científica de Joan -cirujano- y su analogía entre la historia del Arte y la teoría de la evolución darwiniana me la guardo y da para un artículo). Por otra parte, un primer recorrido guiado por el casco histórico te sitúa. A partir de ahí cada un@ se dedicó a sus fantasías, desde baños en el Danubio hasta asistir a la Ópera, el museo Sissi, los cafés vieneses, la Biblioteca Nacional, el Prater y su histórica noria, el pabellón de la Secesión, la arquitectura de  Hundertwasser, el invernadero de mariposas… No voy a desvelarlo todo y mucho menos la sorpresa final que Joan Ramon nos tenía preparada, porque probablemente repitamos este viaje y deberán descubrirlo por Ustedes mismos.

Pero ya estamos tramando uno nuevo que encontrarán en nuestros eventos de Facebook:  el puente del 1 de noviembre a la Toscana, la cuna del Renacimiento, para el que formaremos dos grupos: el de Viena que prácticamente repetirá en bloque y uno nuevo para l@s amig@s que quieran añadirse a una nuestra forma de acercarnos al Arte como medio de transformación y autodescubrimiento.

Gracias a tod@s, compañeros de fatigas, por las fotografías que acompañamos.

Albertina-sala de las musas
Albertina-sala de las musas

viajar-viena-museos

viaje a viena

Artículo escrito por:

Artículos Relacionados